Tuesday, January 5, 2016

Dos poemas de Día de Reyes


Reyes

Es Día de Reyes en Cambita
¿Habrá quién salga a la calle con una escopeta
de penca de coco?
Hubo Días en que yo dejé un vaso con agua,
un manojo de yerbas, un cigarrillo
y una menta verde debajo de la cama.
Hubo Días en que los Reyes me dejaron
un carro de pilas que encendía luces y daba reversa,
sonaba una abocina y era cosa de encanto.
Hubo otros Días en que temprano, y con la salida del sol,
llegué a tocar la puerta de mi casa con un cigarrillo en las manos,
para los Tres Reyes Magos,
y ellos no pasaron por ahí ni dejaron
debajo de la cama juguetes ni regalos; pues,
aunque era mi casa, no era mi casa.
Luego llegaron los Días en que tuve
que explicarle a mi hermano
que no esperara juguetes ni regalos,
que Papi no tenía dinero
y que no existían los Reyes Magos.
Y mi hermanito sólo quería un juguete,
ya sea que se lo comprara Papi, o se lo dejaran debajo de la cama
Los Tres Reyes Magos;
era cuestión de infancia, de ser niños:
¡qué importaba si existían o no Los Reyes Magos!
Importaba que todos los niños tenían juguetes
y nosotros no teníamos ni escopetas de palo.
Hoy es Día de Reyes en Cambita
y aquí tengo una funda de soldaditos para mi hermano,
y se la doy todos los años.

Martes 6 de enero, 2004 (09:40 a.m.)
New York, New York





Reyes

No puse yerbas, ni agua, ni mentas
y debajo de la cama tampoco hay juguetes (lo sé).

A los treinta y tantos cumplidos, es igual que a los
nueve:
debajo de la cama tampoco hubo juguetes.
Pero a los nueve puse agua
y un puñado de yerba,
y mentas, y hasta un Monte Carlo, para mi Rey fumador.
Y debajo de la cama (como hoy, lo sé) tampoco hubo juguetes.
Anoche no puse yerba, ni agua, ni mentas, ni cigarro,
y debajo de la cama tampoco habrá juguetes; claro,
cierto es que no he mirado.

¿Quién quita que, si al no ponerles nada anoche, ellos me hayan dejado?
Porque esta mañana aquí –en mi diario– les he puesto agua,
yerba para los camellos,
mentas (y hasta un par de cigarros) para los Magos.
Quién quita y voy y miro, y hay;
o, con mi temor de hoy otra vez compruebo
que debajo de la cama tampoco hay juguetes,
pues (como a los nueve) los Reyes no me han dejado.

Sábado 6 de enero, 2007 (09:51 a.m.)
New York, New York




Del libro:
Allá (diario del transtierro)


Disponible en: Editorial Zompopos

               y en: Amazon


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