Thursday, November 21, 2013

"Una emoción al descubierto", por Margarita Aldanás

Una emoción al descubierto: sobre Allá (diario del transtierro)

                                            Margarita Aldanás, Ciudad de Matanzas, Cuba, 12 de septiembre, 2013

Tengo ante mí una emoción al descubierto, una emoción que se hace conmoción, y a la vez penetra suave, serena, en mis cavernas, el libro de Keiselim A. Montás, Allá (diario del transtierro). Poemas que progresan, suceden y edifican; pudiendo interesar a los mejores espíritus, definir a los incrédulos, porque vienen con renovados entendimientos y perspectivas de un mayor alcance.

El poeta Keiselim suele liberarse de la mezquindad y hostilidad, e incita a una mirada justa ante la nueva y antigua realidad. Con PROFUNDIDAD, logra la carga expresiva de los versos y receptividad de los mismos. En testimonios brota la vitalidad, la tristeza por tanto nacimiento que no pierde la raíz ni andando, pero fiel a sí mismo, a cada origen humano se debate y conjuga con expresión precisa, por eso así nos dice: Encamíname bajo la lluvia al pueblecito / tras la empalizada del maizal / del tío abuelo Antonio, y de dónde nace sino de la realidad, de la inquietud del alma y el deseo de un rigor reflejando lo nuevo, lo mejor, lo peor de la realidad contemporánea.  El poeta conoce del peregrinaje, de la Odisea de los hombres, como tal la aventura, un cruce del mar, de aguas que se vuelven turbulentas, tristes, y sin pretender la estatua de sal, la pregunta de todos, por qué lo abandoné, por qué lo he dejado, y es sencillamente la apuesta que encuentro:

Amanece, comienza a clarear el día;
no es un día
como todos los días de mi infancia.
Comienza a clarear el día, amanece;
es un día
como ninguno de los días de mi infancia.

En momentos la ansiedad va conjunta con toda la esperanza, con toda la sustancia, y en lo íntimo acercar el arte, amar la vida con toda la intención no de un hallazgo, sino de la conciencia, por eso todo verso tiene la coherencia de la problematización y el propio conjunto intrínseco de la lucha del hombre, del poeta.

Así me acerco a "Parentesco con los prójimos", me acerco y siento que:

Sucedió
sábado,
frente al espejo todo comenzaba:
ese hombree de un cuarto de siglo que soy,
ése que frente al espejo navaja en mano,
cara empapada,
atinaba al corte.
Imagen simultanea
del padre:
ese hombre que es, que cuenta con medio siglo,
quizás nunca se ha parado así.

Y todo se va dando por la magia de un libro sin mediaciones, sólo que alerta, que va creando un devenir progreso con el cual se define la propia lengua tomada, retomada, del escritor y su nación, y sus naciones, un libro que permite expresar la talla de este escritor con sus conquistas, con su dominio, con su atmósfera en orden, llana, nada hueca, todo lo contrario, específica.

Me aporta innovación verbal, congruencia del modernismo, me lleva ALLÁ A CONOCERLO, Y A CONOCER LA AMERICA DEJADA. Todo el andar que hemos atravesado, el verso es el vehículo de su cultura individual y colectiva, por eso vuelve a decirnos:

La tarde estaba tibia,
no recuerdo si las calles eran de piedra
o si las habían asfaltado ya.
Tómanos el fufurio de Pepín
vertiginosamente calle abajo
corríamos montados sobre él los tres
y nos moríamos de la risa,
era incontenible,
mientras la rueda delantera apuntaba en dirección
                                                                              autónoma del timón:

la palabra  la vuelve libertad, a pesar, y hay clamor y hay hazaña, creación, estilo, puedo decir que Keiselim A. Montás culmina sus versos, porque tiene la posibilidad de expresar el conflicto sin temor y toda ansiedad, y convulsión de esta época, con el valor de ALLÁ.

Doy Gracias por recibir este libro hermoso, humano, con exactitud y precisión, han sido días, reitero, de carga emocional, de esclarecimiento, de tomar interés, de imágenes concluidas y encontradas para mí, y saber que ALLÁ puede ser aquí, que ALLÁ SOMOS TODOS, y es esencial descubrirlo cuando las interpretaciones sólo sean los mejores versos para una siembra inmediata que flota por momentos, y que encontremos en ellos la cimiente de toda construcción hermosa.  Por eso:

   Es increíble cómo emerges de entre las nota de una canción ajena,
   no entiendo cómo te me relacionas a los versos
de un poema huérfano; pero estás porque estás.
Por los caminos perdidos de mi infancia
en la potranca blanca vengo del pozo
(y tú vas)…